miércoles, 10 de noviembre de 2010

Jazz para niños

Ya hemos comentado en otras entradas del post que hay que desmitificar ese halo de intelectualidad con ese punto snob que rodea al jazz. Tanto es así, que incluso puede ser muy atractivo para los niños. De todas formas, hay que ir al principio con un poco de cuidado, para que no le cojan manía desde el minuto 1 de partido.

Para ello debemos superar una primera barrera, que no es otra que el bombardeo indiscriminado que las pobres criaturas han tenido que soportar con canciones como Pintxo, Pintxo, gure txakurra da ta o La Chata Merengüela. Por fortuna, los niños por naturaleza, son verdaderos supervivientes y su cerebro es capaz de adaptarse fácilmente a cualquier tipo de estímulo. Cuanto antes tengan contacto con el jazz, antes les resultará familiar su peculiar sonoridad y por tanto, en un futuro, asimilarán con mayor naturalidad cualquier tipo de obra, por muy compleja que sea. La idea es que de mayores puedan apreciar y disfrutar del jazz, de la misma manera que otros géneros más populares.

Dicho esto, evidentemente, no vamos a comenzar con jazz experimental de vanguardia. He elegido un tema muy conocido de George David Weiss, interpretado por Louis Armstrong, “What a Wonderful World”. Es una bella balada que suena casi como una nana. No es que tenga mucho de jazz, pero algunas pinceladas ya encontraremos y puede servir de introducción a este mundo.

Tema: “What a Wonderful Word” (1967)
Single: “What a Wonderful Word” (1968), Louis Armstrong's Orchestra And Chorus