jueves, 4 de marzo de 2010

Piezas divertidas en el Jazz

No todos van a ser temas sesudos y transcendentales. También el Jazz tiene sus momentos para la distensión y el humor en sus composiciones: no es cuestión de aburrir al personal. Eso sí, todo hecho con mucho estilo, sin dejar nunca de lado la calidad melódica, rítmica, armónica e interpretativa.

Hoy os presento un tema que siempre me resultó muy simpático, el calipso “Una noche con Francis” de Bud Powell. Pianista prodigio marcado por una infancia difícil y desgraciadamente tocado por la esquizofrenia y el alcoholismo. Destacado intérprete de Bebop, la corriente del jazz más tradicional de la que hablaremos mucho en posteriores posts.

Vamos a explicar brevemente esta obra, para no perdernos en su parte central. Tiene la forma clásica de tema – variaciones – tema. El tema es presentado por el grupo al completo y le siguen recreaciones libres del mismo tema original, propuestas por los distintos solistas del grupo. La base rítmica y armónica es la misma en todas las variaciones; solo difiere la melodía, a la que cada uno de los integrantes le da su toque personal. Es importante tener esto muy claro, ya que es en esta parte central, donde los intérpretes aprovechan para dar rienda suelta a su imaginación y también para exhibir su virtuosismo y dominio del instrumento. Por ello, en muchos casos, las modificaciones sobre el tema original pueden ser tan radicales que lo hagan totalmente irreconocible. Este punto es el que, unido a armonizaciones digamos “audaces”, los ritmos sincopados y las notas a contratiempo, provoca desconcierto en los oyentes no “iniciados” y provoca esa sensación de “caos” de la que habitualmente se queja el profano. En el fondo, todo está mucho más ordenado y controlado de lo que las apariencias muestran.

En el caso de hoy, la parte central tiene además la particularidad de que la segunda variación es un diálogo entre 2 saxos: Wayne Shorter y Dexter Gordon (otros dos tigres del Jazz). La obra se termina con una repetición final del tema original, nuevamente con el conjunto al completo.

No os asustéis con el ejemplo de hoy, ya que las variaciones propuestas son bastante “light” y fáciles de identificar con el original. De hecho, es muy divertida y pegadiza (el vibráfono le da un toque muy caribeño; parece que estamos en Saint-Martin). A disfrutar.

NOTA: repetimos álbum ya que no he encontrado un tema más "sencillo". De todas formas, decir que este disco es muy recomendable en todos sus cortes (01-Round Midnight, curiosa versión de Bobby McFerrin - el de "Don't worry, be happy" -, con efectos de voz; 04-Fair Weather, voz y trompeta de Chet Baker, con su sello característico delicado y aterciopelado; 06-The Peacocks, bebop rabioso y técnicamente impecable de Wayne Shorter; 07-How long has this been going on, ver entrada anterior del blog; 10-Minuit aux Champs-Elysées, una balada romántica preciosa al vibráfono de Bobby Hutcherson; 11-Chan's Song, agradable tema de Herbie Hancock)

Tema: "Una noche con Francis” (1964)
Álbum: Round Midnight, 1986

Herbie Hancock - piano
Dexter Gordon - saxo tenor
Wayne Shorter - saxo tenor
Pierre Michelot - contrabajo
Billy Higgins - percusión
Bobby Hutcherson - vibráfono