miércoles, 12 de mayo de 2010

Conexión andaluza: Flamenco Jazz

Resultan sorprendentes los buenos resultados de la fusión entre flamenco y jazz, teniendo en cuenta lo alejados que se encuentran ambos estilos a todos los niveles: escalas, ritmos, acordes, fraseo, melodías, instrumentos, etc… Es difícil encontrar algo en común. Sin embargo, la combinación es espectacular. Quizás la razón del éxito se encuentre precisamente ahí, en las diferencias abismales entre ambos y también, en gran parte, en la calidad de los intérpretes. Este puede ser el punto de encuentro, la pasión con la que hay que afrontar tanto el flamenco como el jazz.

Los puristas del flamenco no verán con buenos ojos estas mezclas, pero desde mi punto de vista, estrictamente personal, la fusión con el jazz da otra dimensión al flamenco y lo enriquece. Considero que es una buena aportación para la evolución del flamenco.

Hoy como ejemplo, vamos a escuchar un tema clásico cubano de Miguel Matamoros, el bolero “Lágrimas negras” (1930), en la versión de Bebo Valdés (piano) y Diego “El Cigala” (voz). No podría ser todo más variopinto: un bolero cubano, un pianista de latin jazz y un gitano del Rastro de Madrid. De la emoción, vais a echar lagrimones como melones.

Tema: "Lágrimas negras" (1930)
Álbum: Lágrimas negras (2003)

Dieguito "El Cigala" - voz
Bebo Valdés - piano
Javier Colina - contrabajo
Paquito D'Rivera - saxo
Niño Josele - guitarra
Federico Britos - violín
Israel Porrina 'Piraña' - cajón
Rickard Valdés - cajón

miércoles, 5 de mayo de 2010

El Bebop: Thelonious Monk

La gran revolución del Jazz en los 40. Sentó las bases del Jazz moderno. Sin duda, Thelonious Monk marcó definitivamente el devenir del Jazz en la segunda mitad del siglo XX. Compositor y pianista de indudable influencia en las generaciones posteriores, creador de infinidad de standards, muchos de ellos de los más versionados de la historia del Jazz. Uno de los padres del Bebop. ¿Y qué coño es el Bebop? No voy a entrar en temas muy técnicos, ya que no es el objetivo de este blog (sólo lo haré un poquito, para dar unas pinceladas de culturilla general), pero en fin, trataré de explicarlo.

Veamos esa imagen estereotipada que todos tenemos en mente en torno al jazz: un antro oscuro, a altas horas de la noche, mucho humo, ruido de copas y cubitos de hielo, gente conversando, un pequeño grupo de músicos bajo un foco (no más de 3 ó 4), notas frenéticas, acordes arriesgados y complicidad. Eso es Bebop, la gran reconversión del jazz a mediados del XX, definiéndolo en gran parte tal y como lo conocemos hoy en día.

Hasta ese momento, el Jazz estaba dominado por las Big Bands y el swing, corriente del jazz más pausada, con grandes formaciones e interpretaciones mayoritariamente de baladas. En los años 40, las Big Bands pierden integrantes, debido a la gran guerra, que a su vez provoca una especie de crisis en el sector, ya que no hay dinero para mantener estas formaciones tan grandes. Esto unido al hecho de que las nuevas generaciones se encuentran un poco “encorsetadas” en el esquema rígido de una gran orquesta, hace que florezcan las formaciones pequeñas (de 3 ó 4 integrantes), que les permite tener una mayor libertad interpretativa.

Y como todo en la vida, la 3ª ley de Newton, ley de acción y reacción, también se da en este caso: frente a los ritmos lentos del swing, notas desbocadas en el bebop; frente a la unidad del grupo en el swing, aumento de las partes individuales de cada instrumento y de la improvisación en el bebop, para lucimiento del artista.

El tema de hoy fue compuesto por él mismo en 1952, "Let's cool one" y es una pieza simpática y amena. El tema lo introduce el grupo al completo y le siguen 5 variaciones: trompeta (muy fino Kenny Dorham, por cierto), saxos alto y tenor, piano y contrabajo. No me enrollo más; a disfrutar.

Tema: "Let's cool one" (1952)
Álbum: Genious of Modern Music Vol.2, 2001

Thelonious Monk - piano
Kenny Dorham - trompeta
Lou Donaldson - saxo alto
Lucky Thompson - saxo tenor
Nelson Boyd - contrabajo
Max Roach - percusión

lunes, 12 de abril de 2010

Grandes damas del Jazz: Ella Fitzgerald

Volvemos de nuevo al instrumento por excelencia, la voz. Le toca el turno a la más grande de las damas del Jazz: Ella Fitzgerald. La voz más perfecta; impecable en su ejecución (gran paralelismo, en femenino, a la figura de Frank Sinatra). Forma junto a Billie Holiday y Sarah Vaughan, la Santísima Trinidad de cantantes más importantes de la historia del Jazz. Hablaremos también de ellas en posteriores entradas.

Como suele ser habitual en estos personajes, su infancia no fue fácil. Abandono del padre, miseria permanente, muerte de su madre en accidente de tráfico siendo aún una niña, problemas con la policía, reformatorios, en fin..., un drama constante. Pese a todo, su excepcional aptitud para el canto, la catapultó al éxito.

La pieza elegida hoy es "Dream a little dream of me" (1931), canción compuesta por Fabian Andre y Wilbur Schwandt. Impresionante slow fox (ya lo siento, pero tengo atracción enfermiza por este ritmo; el baile más elegante y romántico). Un tema delicado a la medida de una voz tan suave y aterciopelada como la de Ella. El contrapunto lo pone la voz totalmente rota de Louis Armstrong, formando un dúo de antología. No me enrollo más y a disfrutar del tema, que es una delicia.

Tema: "Dream a little dream of me" (1931)
Single: Louis Armstrong With Ella Fitzgerald And Sy Oliver's Orchestra, 1950

Ella Fitzgerald - voz
Louis Armstrong - trompeta
Paul Webster - trompeta
Hank D'Amico - clarinete
Frank Ludwig - saxo tenor
Hank Jones - piano
Everett Barksdale - guitarra
Ray Brown - contrabajo
Johnny Blowers - percusión
Sy Oliver - director

martes, 6 de abril de 2010

Vidas difíciles: Chet Baker

Una constante en grandes figuras, no sólo del Jazz, sino de otros muchos géneros.

Chet Baker fue uno de los grandes de la historia del Jazz. Trompetista excepcional, probablemente el mejor técnicamente, con un sonido aterciopelado que es difícil encontrar en otros trompetistas (os puedo asegurar, que como trompetista que he sido, es muy difícil de conseguir). Representante de la corriente Cool (de la que hablaremos en posteriores entradas del post).

Chet, adicto a la heroína desde los 50, es en los 60 cuando comienza a interferir en su trabajo. Esta adicción le llevó a ser detenido varias veces en Europa, durante sus giras y finalmente deportado a USA. Perdió parte de su dentadura de una paliza en San Franciso en 1966. Su gran técnica clásica de trompeta, le permitió poder superar este incidente y seguir tocando hasta el final de sus días. En 1988 muere al caer por una ventana de un hotel de Ámsterdam, ciego de heroína y cocaína.

Aun con todos estos antecedentes, es uno de los músicos de Jazz más delicados en todas sus interpretaciones. Romanticismo extremo en cada una de sus obras, que contrasta fuertemente con su carácter descaradamente mujeriego. Cálido, aterciopelado, genial e inspirado; frases larguísimas y bellas. Es como la antítesis de su vida privada.

Hoy os propongo como muestra, una versión muy personal del standard "Alone together" de Arthur Schwartz, original del musical de Broadway "Flying Colors" (1932). Ya en la primera entrada del post, hablamos del romanticismo y el erotismo en el Jazz. Pues bien, este tema, tal y como es presentado por Chet, entraría de lleno en la categoría de erotismo puro y duro. Si no pierdes la cabeza con esto, es que no eres de este planeta. Atención al mano a mano con el saxo Pepper Adams.

Tema: "Alone together” (1932)
Álbum: Chet, 1959

Chet Baker - trompeta
Herbie Mann - flauta
Pepper Adams - saxo barítono
Bill Evans - piano
Kenny Burrell - guitarra
Paul Chambers - contrabajo
Connie Kay - percusión

jueves, 4 de marzo de 2010

Piezas divertidas en el Jazz

No todos van a ser temas sesudos y transcendentales. También el Jazz tiene sus momentos para la distensión y el humor en sus composiciones: no es cuestión de aburrir al personal. Eso sí, todo hecho con mucho estilo, sin dejar nunca de lado la calidad melódica, rítmica, armónica e interpretativa.

Hoy os presento un tema que siempre me resultó muy simpático, el calipso “Una noche con Francis” de Bud Powell. Pianista prodigio marcado por una infancia difícil y desgraciadamente tocado por la esquizofrenia y el alcoholismo. Destacado intérprete de Bebop, la corriente del jazz más tradicional de la que hablaremos mucho en posteriores posts.

Vamos a explicar brevemente esta obra, para no perdernos en su parte central. Tiene la forma clásica de tema – variaciones – tema. El tema es presentado por el grupo al completo y le siguen recreaciones libres del mismo tema original, propuestas por los distintos solistas del grupo. La base rítmica y armónica es la misma en todas las variaciones; solo difiere la melodía, a la que cada uno de los integrantes le da su toque personal. Es importante tener esto muy claro, ya que es en esta parte central, donde los intérpretes aprovechan para dar rienda suelta a su imaginación y también para exhibir su virtuosismo y dominio del instrumento. Por ello, en muchos casos, las modificaciones sobre el tema original pueden ser tan radicales que lo hagan totalmente irreconocible. Este punto es el que, unido a armonizaciones digamos “audaces”, los ritmos sincopados y las notas a contratiempo, provoca desconcierto en los oyentes no “iniciados” y provoca esa sensación de “caos” de la que habitualmente se queja el profano. En el fondo, todo está mucho más ordenado y controlado de lo que las apariencias muestran.

En el caso de hoy, la parte central tiene además la particularidad de que la segunda variación es un diálogo entre 2 saxos: Wayne Shorter y Dexter Gordon (otros dos tigres del Jazz). La obra se termina con una repetición final del tema original, nuevamente con el conjunto al completo.

No os asustéis con el ejemplo de hoy, ya que las variaciones propuestas son bastante “light” y fáciles de identificar con el original. De hecho, es muy divertida y pegadiza (el vibráfono le da un toque muy caribeño; parece que estamos en Saint-Martin). A disfrutar.

NOTA: repetimos álbum ya que no he encontrado un tema más "sencillo". De todas formas, decir que este disco es muy recomendable en todos sus cortes (01-Round Midnight, curiosa versión de Bobby McFerrin - el de "Don't worry, be happy" -, con efectos de voz; 04-Fair Weather, voz y trompeta de Chet Baker, con su sello característico delicado y aterciopelado; 06-The Peacocks, bebop rabioso y técnicamente impecable de Wayne Shorter; 07-How long has this been going on, ver entrada anterior del blog; 10-Minuit aux Champs-Elysées, una balada romántica preciosa al vibráfono de Bobby Hutcherson; 11-Chan's Song, agradable tema de Herbie Hancock)

Tema: "Una noche con Francis” (1964)
Álbum: Round Midnight, 1986

Herbie Hancock - piano
Dexter Gordon - saxo tenor
Wayne Shorter - saxo tenor
Pierre Michelot - contrabajo
Billy Higgins - percusión
Bobby Hutcherson - vibráfono

martes, 23 de febrero de 2010

La voz en el Jazz

El jazz también se canta, no todo es instrumental. De hecho, gran parte de los standards de Jazz (y de la música norteamericana en general) tienen su origen en temas de musicales de Broadway de los años 30 y 40. Hoy os presento un tema muy poco conocido de uno de los más grandes compositores norteamericanos, George Gershwin (creador del archiconocido Summertime, de la ópera Porgy and Bess, 1935. Éste no os la voy a poner, ya que en google aparecerá hasta la saciedad, ya que no existe en el mundo un jazzman/jazzwoman que no haya hecho su propia versión del tema). Se trata de la canción “How long has this been going on”, compuesta para el musical "Funny Face" (1927).

Este tema ha sido interpretado por todas las grandes damas del Jazz, que por cierto, iremos introduciendo poco a poco (Ella Fitzgerald, Sarah Vaughan, Billie Holiday, etc…). Hoy es el turno de Lonette McKee, que lo canta magistralmente en la banda sonora de la película “Round Midnight” (1986), de Bertrand Tavernier. Le acompañan otro par de monstruos, a los que dedicaremos, con toda seguridad, algunas entradas en este blog: Herbie Hancock (piano) y Dexter Gordon (saxo tenor).

Y ahora, dejaros llevar por esta canción. Es una delicia para los sentidos. Siempre la cito como ejemplo de canción perfecta, por su melodía infinita y por lo acertado de su acompañamiento armónico. Hay pocas notas, pero todas en su sitio. Una obra maestra.

Tema: “How long has this been going on” (1927)
Álbum: Round Midnight, 1986

Lonette McKee - voz
Herbie Hancock - piano
Dexter Gordon - saxo tenor
Pierre Michelot - contrabajo
Billy Higgins - percusión

miércoles, 17 de febrero de 2010

Fusión de culturas: el Latin Jazz

Si algo define el jazz, es el mestizaje. Su propio origen es la unión de las culturas musicales europea y africana, a caballo entre los siglos XIX y XX. A lo largo de toda su historia ha asimilado constantemente nuevas fuentes y estilos, en muchos casos diametralmente diferentes. Es por ello que el jazz es tan diverso en subestilos, y sobre todo, nunca estático; siempre evolucionando, avanti,… sempre avanti!!!. En todos los casos, estas fusiones han sido muy fructíferas.

Iremos viendo ejemplos de diferentes corrientes de Jazz Fusion (folk, brasileira, flamenco, rock, soul, etc…). Hoy comenzaremos por el Latin Jazz y más concretamente con ritmos afrocubanos: vamo a darle a la salsa, chico!!!

Para darle un poco de vidilla a este blog, la pieza elegida es “Ran Kan Kan” (1949), de Tito Puente, el gran maestro de los timbales y el vibráfono. Introductor de la salsa en el Jazz y percusionista de técnica excepcional.

Se trata de un tema con una frase minimalista, muy pegadiza y con un desarrollo central, igualmente minimalista. Todo el protagonismo se lo lleva la sección rítmica: la canción en sí misma es puro ritmo, con reminiscencias africanas. Percusión delirante donde las haya.

Tema: “Ran Kan Kan” (1949)
Álbum: Tito Puente & His Orchestra (Recopilatorio, 2007)